¿SE ESCRIBE UNA NUEVA HISTORIA PARA COLOMBIA CON LOS NUEVOS ALCALDES?

El pasado 1 de enero, cuatro de las principales ciudades de Colombia: Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla,  vivieron los actos de posesión de sus nuevos alcaldes. Carlos Fernando Galán, Federico Gutiérrez, Alejandro Eder y Alejandro Char son los nuevos burgomaestres respectivamente. Cada uno tiene un camino recorrido diferente, pero tienen algo en común, dicen representar al centro y se distancian ideológicamente del actual presidente, Gustavo Petro, así lo hicieron ver en sus campañas y también en su toma de posesión. 

Esto significa, un cambio para el rumbo del país, y un mensaje claro para el actual presidente ya que el país sin duda, le dijo en las urnas que no estaba tan satisfecho con la dirección que le estaba dando a Colombia y decidió elegir gobernantes de centro derecha. 

La situación ahora es que se vienen grandes retos para las ciudades más importantes del país puesto que como sea, el reto  será aprender a concertar entre el gobierno nacional y los gobiernos municipales, aprender a ejercer eso que tanto pregonan, la diplomacia y tener la capacidad de dialogar para así conseguir lo mejor para el país. En  este punto, lo más importante es sacar adelante las ciudades para conseguir el bienestar de los ciudadanos, y quedó claro en los discursos de cada uno de los nuevos alcaldes.

El discurso de posesión marca lo que será el nuevo gobierno de los posesionados, es el espacio para  dejar claras sus metas, su historia, los retos, lo que van a continuar y lo que sin duda van a cambiar. Un buen discurso debe dejar muy claras todas estas posturas pero también debe ser explícito en contarle a la ciudadanía cómo recibe el territorio a gobernar y sobre todo, conectar con las causas y dolores  ciudadanos.  En esta nueva entrada, quisimos analizar los discursos de posesión de estos cuatro alcaldes. 

La esperanza como movilizador

“Recuperar lo perdido”, “tener un futuro mejor”, o “cumplir”, etc fueron frases que se escucharon en los diferentes discursos y que por ejemplo, en la campaña de Federico Gutiérrez en Medellín y Alejandro Eder, en Cali, fueron claves para su victoria. Estas ciudades decidieron apostarle al cambio porque sentían que no estaban bien y así lo hicieron saber cada uno de los mandatarios así cada uno desde su ciudad se lo hizo saber a sus conciudadanos, dándoles esperanza y un parte de tranquilidad de que saldremos adelante. 

Lo simbólico para consolidar mensajes 

Cada uno tuvo un acto público, desde un parque o una plaza significativa para cada ciudad, donde quien quisiera estar presente podía hacerlo, demostrando así su intención de gobernar para y con el pueblo y no solo con una parte de la ciudadanía. Estuvieron cada uno acompañados por sus familias, sus esposas y sus hijos, sus padres y hermanos.

Tanto Federico Gutiérrez, como Alejandro Eder, entraron a la ceremonia de posesión caminando por las calles aledañas para saludar a las personas, podríamos decir que es una forma de demostrar  gratitud para con quienes los eligieron, e hicieron este camino de la mano de sus esposas y sus hijos. Por su parte, Alejandro Char y Carlos Fernando Galán se ubicaron directamente en la tarima. Los nuevos dirigentes contaron en tarima con la presencia de sus esposas, adicionalmente Carlos Fernando contó con la presencia de sus dos hijos y su gabinete. Alejandro Char estuvo acompañado de su esposa, sus hijos, su padre, y su actual esposa. Alejandro Eder, estuvo acompañado de su esposa y el gabinete. Federico Gutiérrez, no estuvo sentado en tarima, solo subió para los actos protocolarios de firma de acta y juramento a la bandera y al finalizar la ceremonia, subieron su familia y su gabinete. 

Ni el alcalde de Medellín ni el de Barranquilla se pusieron la banda. Por su parte a Alejandro Eder se la impuso su padre, quien también fue alcalde de la Ciudad y por Bogotá, para Galán, la encargada de la imposición de la banda fue su hija mayor. Demostrando así que la familia es el centro de sus vidas y también una forma de reconocimiento al papel que éstas jugaron en las campañas. Y bajo esas mismas líneas estuvo encaminado el grado de solemnidad de las ceremonias, demostrando que para ellos, cumplir con el protocolo es respetar a la ciudad que guiarán por los próximos cuatro años. Para Bogotá y Cali, estuvieron vestidos formales, elegantes, con saco y corbata y bajo esa misma línea de etiqueta debían ir los invitados especiales. En el caso de Federico, optó por no tener corbata, únicamente saco y para Alejandro Char, todos estaban con la misma camiseta, con un diseño especial y el usando su gorra característica. Esto podemos tomarlo cómo la expresión clara de sus personalidades y de la proveniencia de cada familia, Galán y Eder vienen de familias tradicionales de Colombia, de la clase alta del país, donde para ellos la elegancia, el protocolo y la etiqueta hacen parte de la educación, en cambio Federico y Char, si bien vienen de familias adineradas no hacen parte de la tradición familiar colombiana y cada uno en cada acto público los hemos visto vestidos de maneras más relajadas, frescas y espontáneas. 

 En la ceremonia de Federico Gutiérrez, contó con el acompañamiento de la Orquesta Juvenil e intermedia de Medellín. Galán por su parte contó con la Orquesta Filarmónica de Bogotá y para Cali, se contó con la presencia de un grupo de música del pacifico, que tocaron una canción compuesta para el nuevo gobierno que empieza en la ciudad  y también estuvo presente un pequeño grupo de bailarines que al finalizar el evento bailaron en compañía del alcalde y su primera dama, la nueva gestora social de la ciudad. Con esto quisieron resaltar la cultura y el arte que tiene cada ciudad, dándole la importancia que siempre deben tener y haciendo un compromiso tácito que durante su gobierno este gremio será valorado y respetado por su alto valor. 

La unión como valor central

Teniendo en cuenta que, solo excluyendo a Barranquilla, las demás ciudades  representan un cambio (Bogotá menos radical que los demás) le apostaron a la unión y a hacer un llamado a las personas Porque todos concuerdan en que debe ser un trabajo articulado, mancomunado no solo entre los gobiernos sino entre la ciudadanía y el gabinete gubernamental. Recalcan también, la importancia de la unión, de revivir, restaurar y recuperar las ciudades.  Pudimos observar así mismo una alineación entre los cuatro, en cuanto al tono de su mensaje, muy pacifico y lejos de polémicas, recalcando que lo más importante es el bienestar y el progreso de la ciudad. 

También, se habló en los cuatro discursos de la importancia de restablecer la seguridad y liberar a las ciudades de los robos, las extorsiones, la violencia. Puesto que es un tema que azota profundamente a todo Colombia, en cada rincón del país se manifiestan altos índices de inseguridad. 

Otro punto en común es la recuperación de la economía de las ciudades, buscar financiación para los diferentes proyectos tanto viales, cómo estructurales, culturales y de gestión social, también, la importancia de restablecer el transporte público articulado en todo lo que ello conlleva, sus finanzas, sus buses, su infraestructura. Así mismo la reconstrucción de la valla vial que en todas las ciudades ha estado considerablemente afectada y cada uno se propuso llenar los huevos de las calles y organizarlas estructuralmente para así garantizar la seguridad vial y una buena movilidad. 

A pesar de las diferentes problemáticas de cada ciudad, los discursos de los cuatro nuevos mandatarios parecieran estar de alguna manera articulados. “La Bogotá que soñamos”, “Medellín de la gente”, “Revivir Cali” y “Barranquilla de todos”, dejan claro a la ciudadanía cuál es la causa principal y muestran un interés por el “cambio”.